domingo

Unquote

I've painted the house
with a vision of silence

En 25 minutos tendré 32 años. Por primera vez me significa algo cumplir años. No yo no soy de las que manejo el logro, ni los retos, ni las misiones pendejas. Siempre he sido muy consciente de mi permanente transitar en el mundo como una más y la muerte ya hace mucho dejó de ser una sola idea o conclusión de "ley de vida"; la muerte la traigo, literal, a las espaldas, por eso el devenir de lo cotidiano y "el que hacer" al que la vida obliga no son en absoluto relevantes. 
Lo importante, en esta ocasión de cumplir años tiene que ver con mi pasado, con la melancolía y el desconocimiento de lo que fui; es decir: he sido hasta ser una mujer de 32 años, pero ¿donde están las migajas que se supone deben dejarse en el camino? Creo que nunca encontré el pan.
Nunca nunca me he podido reconocer en la infancia, tampoco he colocado a la madre o al padre en ese lugar común donde les llamamos mamá y papá. La madre de mis hermanos es para mí la hermana mayor con ínfulas de hermanastra, dejos de confidente, jovialidad de amiga jodona, pero nunca la mujer a la que pido guarida. Creo que nunca he podido cederle toda mi confianza, apenas lo hago y hace lo que hacen las hermanastras o amiga jodonas: va y lo divulga en el peor momento a las personas menos indicadas. En fin, la madre me cae bien, me divierte y cuando platicamos sólo nos hacemos reír, pero nunca he podido decirle que me siento más sola que el puto uno en este mundo.
Mi padre cobra figura solo después de la muerte de mi abuelo (mi verdadero padre conceptual). Fue tan explicito en ese momento, fue tan claro cuando se disculpa y me dice que el sabe de mi dolor ante la muerte del abuelo que entiende que es el quien ahora debe ser por fin mi padre; estar presente, aprender a leerme...Pero sucede igual, es difícil adoptar al padre a los 20 años, más aún decirle padre, soportar el abrazo, contestar la pregunta incómoda de ¿ qué tienes? ¿cómo estas? ¿ te pasa algo? Son respuestas que a él simplemente no he podido responderle honesta y claramente. Re-adoptar a mis padres biológicos ha sido como la más larga mudanza.
Así siguiendo con significantes dislocados de abuelos padres, madre y tíos hermanos, padre reconocido; creo que la única relación que entra en la convención estructural correspondiente es la relación con mis hermanos hermanos; ahí sin confusión si existe lo fraterno, la complicidad perenne. Mis relaciones sentimentales, todas raras e iguales, todas mis parejas me han necesitado más de lo que me han amado.
Aparte yo no pertenezco a un grupo, no tengo generación, no hay institución alguna que me ubique dentro ni me obligue a seguir sus lineamientos. Mis compañeros de prepa fueron literalmente mis maestros, yo era la única alumna y en la universidad ya estaba demasiado ajustada a la singularidad como para poder adherirme de forma, al menos constante y trascendente a un grupo. Ya era antisocial, como decía no había migajas, todo es isla.
Quién o qué era yo antes de hoy: la misma. Ese es mi problema, no he cambiado y no se si eso está bien o está mal. Y no es que no me sienta a gusto con esa certidumbre, pero ahora creo que se espera algo de mí y temo que la presión llegue al punto donde yo acelero, meto reversa, me doy vuelta en U y mando todo a la chingada, nunca he temido empezar de nuevo, nunca me han dado miedo las distancias ni me da el famoso "homesickness". Quiero decir, mi familia espera que haga mi familia, mis amigos esperan que saque un barco "lenguaraz" a flote (aquí incluyo a Daniel que es el único realmente a bordo), un hombre espera que lo perdone, peor espera que regrese con él, peor todavía, lo extraño a mares (manos de espuma y plomo al mismo tiempo).  Sin embargo, lo único que yo espero de mí es abrir una puerta que lleve a mi casa, que mi casa tenga plantas, que entre mucha luz y que guarde un silencio de ruido de pájaros (como el de los parques). Yo no espero de mí el marido, ni los hijos, ni la certeza de un futuro aletargado por comodidad alguna. Nunca lo he hecho.
Faltan 5 minutos. 32 como la talla que alguna vez fuí cuando regordeta y caderona, 32 y sola y desconfiada y tímida ante cualquier otro.  Sigo siendo la misma que cuando tenía 15, un poco más triste y muy muy cansada. Pero eso sí, mi única desilusión me la ha dado la muerte, de quien menos lo esperaba; me quitó una sola cosa valiosísima, mi mejor, único amigo, confidente y gran lector de mí misma: mi abuelo y me dio la gran certeza de que la justicia nunca ha existido.
Así, a los 32 sigo pensando que el mundo sólo es y que yo solo soy lo que hay.

19 de diciembre de 2010 12:04am

Por Borges

Two English Poems

                          I
   
   The useless dawn finds me in a deserted street-
      corner; I have outlived the night.
   Nights are proud waves; darkblue topheavy waves
      laden with all the hues of deep spoil, laden with
      things unlikely and desirable.
   Nights have a habit of mysterious gifts and refusals,
      of things half given away, half withheld,
      of joys with a dark hemisphere. Nights act
      that way, I tell you.
   The surge, that night, left me the customary shreds
      and odd ends: some hated friends to chat
      with, music for dreams, and the smoking of
      bitter ashes.  The things my hungry heart
      has no use for.
   The big wave brought you.
   Words, any words, your laughter; and you so lazily
      and incessantly beautiful.  We talked and you
      have forgotten the words.
   The shattering dawn finds me in a deserted street
      of my city.
   Your profile turned away, the sounds that go to
      make your name, the lilt of your laughter:
      these are the illustrious toys you have left me.
   I turn them over in the dawn, I lose them, I find
      them; I tell them to the few stray dogs and
      to the few stray stars of the dawn.
   Your dark rich life ... 
   I must get at you, somehow; I put away those 
      illustrious toys you have left me, I want your
      hidden look, your real smile -- that lonely,
      mocking smile your cool mirror knows.
   
                       II
   
   What can I hold you with?
   I offer you lean streets, desperate sunsets, the
      moon of the jagged suburbs.
   I offer you the bitterness of a man who has looked
      long and long at the lonely moon.
   I offer you my ancestors, my dead men, the ghosts
      that living men have honoured in bronze:
      my father's father killed in the frontier of
      Buenos Aires, two bullets through his lungs,
      bearded and dead, wrapped by his soldiers in
      the hide of a cow; my mother's grandfather
      --just twentyfour-- heading a charge of
      three hundred men in Peru, now ghosts on
      vanished horses.
   I offer you whatever insight my books may hold, 
      whatever manliness or humour my life.
   I offer you the loyalty of a man who has never
      been loyal.
   I offer you that kernel of myself that I have saved,
      somehow --the central heart that deals not
      in words, traffics not with dreams, and is
      untouched by time, by joy, by adversities.
   I offer you the memory of a yellow rose seen at
      sunset, years before you were born.
   I offer you explanations of yourself, theories about
      yourself, authentic and surprising news of 
      yourself.
I can give you my loneliness, my darkness, the
      hunger of my heart; I am trying to bribe you 
      with uncertainty, with danger, with defeat.
   
   
                     - Jorge Luis Borges (1934)

miércoles

Acuarela

Tu me has deseado, lo intuyo;

 es algo que a mí me ha pasado.
Antes, en esos días, te imaginaba incierto,
sombra vagabunda de acuarela
nunca esclarecida.
Tu no esclarecerás la mía;
soy, para ti, mejor en  el deseo,
 huidiza en la tinta de agua
 que se desvanecerá en el tiempo.

Carrizal (31/12/2009)


La noche llegó
en sus oleadas incoloras.
tres estrellitas
en el horizonte del ojo
(sueños ciegos)
el silencio pidió silencio,
el mar sólo fue mar,
la noche sólo noche,
tu y yo la arena
quieta, naturaleza
muerta.

jueves

Morning thinking of empire by Raymond Carver

We press our lips to the enameled rim of the cups
and know this grease that floats
over the coffee will one day stop our hearts.
Eyes and fingers drop onto silverware
that is not silverware. Outside the window, waves
beat against the chipped walls of the old city.
Your hands rise from the rough tablecloth
as if to prophesy. Your lips tremble ...
I want to say to hell with the future.
Our future lies deep in the afternoon.
It is a narrow street with a cart and driver,
a driver who looks at us and hesitates,
then shakes his head. Meanwhile,
I coolly crack the egg of a fine Leghorn chicken.
Your eyes film. You turn from me and look across
the rooftops at the sea. Even the flies are still.
I crack the other egg.
Surely we have diminished one another.

viernes

neither not nor no

violentísima

De verdad que me dan un poco de lástima quienes prefieren no salir del "Safe Field", como si la vida valiera algo para resguardarse, acomodarse, abigarrarse.
En el fondo siento algo de rabia cuando veo que en realidad todo es de dientes para afuera, porque aún no conozco suficientes personas (para mí) que verdaderamente mueran, sigan y luchen por la terquedad de sus principios, decir yo soy, de verdad, con la neta. Todos sucumben ante su propia y melancólica revolución (si quieres adolescente) pero revolución a fin de cuentas, de cumplir sin miedo el "yo voy a hacer lo que yo quiera". Me dan güeva los que le dan la espalda a su reclamo.
Y qué, seguramente esperan un monumento, un momento de gloria, un aumento de sueldo y una Land Rover llena de niños (loable eso de traer bocas al mundo). Como si la vida fuera cosa para reservarse, como si el mundo te agradeciera la existencia. No mamar. La vida es un juego y el mundo tu propio lenguaje, la lengua que entiendes. Y no no valen nada, no merecen nada porque aparte no te piden nada, como si todos fuésemos realmente necesarios.
Lo único es uno y su idea de uno mismo, y lograr..., lo único lograble es poder decir y hacer "lo que uno quiera" sin miedo, porque nada, en realidad nada es buen pretexto para no hacerlo.
Y desprecio las modas, todas tan absurdas. Y no creo que la felicidad está en los hijos, son unos más que tú, como tú, y tampoco te podrán un monumento. Y no creo en los salarios asegurados, a beneficio de que alguien vaya a atreverse a disponer de mi tiempo, mi tiempo es todo lo que vale, y sólo yo sé cómo y cuándo lo pierdo, si el tiempo señores, en realidad siempre se pierde, se va.
Y como me traten trato, ni yo ni nadie merecemos más que eso, si me besan beso y si me quieren quiero. Y solo tengo un cuerpo y con él hago lo que quiero, es carne y se pudre con los días, y sólo es divino porque siente y sentir es importante... sentir hasta la médula, para eso el cuerpo que se muere día con día bajo tú absurda tapia de monumento. Y he de decir que la vida es fácil; sí, porque no es cosa seria y tampoco para serios. Puro infeliz insatisfecho... los serios, todo les falta, nada les sobra. La vida si es de juego y de risa, fíjate... se trata de levantarte todos los días, trabajar, ganar dinero, pagar fijos, y si puedes, perderte de pedo y en el mejor delos casos comer como cerdo. Lo bueno, lo memorable de "vanagloriada vida" es tan efímero como tus aspiraciones de acomodado, se asemejan a un pétalo que en el vuelo te ha rozado la mejilla,Aunque hay que estar despierto para verlo, lo demás es la "VIDA-DIARIA-DE GüEVA-GüARDADA". Y puedo decir que sí desprecio a los del Play Safe y sus juicios putitos...por el simple hecho de que sé que son putitos, que se repliegan cuando hay que dar el salto de "hacer lo que realmente quieran" y ser eternos.

jueves

Lo otro es rutina y familia

Es una vida entera sólo los pétalos sueltos que rozan tus mejillas mientras vuelan, alejándose de ti, una y otra vez.



viernes

Pareciera que la vida es y es hasta el cansancio,
de ahí la queja, el desasosiego, desazón, recelo.
Pareciera que el cansancio es lo que es;
de ahí el miedo hacia una vida que nada es.
nadar en nada, hasta el cansancio, ahogar la nada.
Todo consiste en desviaciones, revires, cambios de ángulo. La ruptura no existe.

jueves

Servicios Editoriales

Entre interlineados
pausas musicales interiores
no hay poesía ni rima
que se ajuste al leve bienestar
huidizo de la indiferencia
que se agradece a sí misma
del lado opuesto.
Entre pausas
líneas y teclados crocantes
no hay música que alcance a llenar
el hueco que dejan los silencios
no observados.