martes

de enfrente

aquí, frente a mi, la otra ventana desolada a sus espaldas. yo frente a la mía aislada. el reflejo de eso que es lo otro y sus fondos. en el fondo buscamos los fondos de quienes nos ven de frente. 
Y es que en el fondo siempre queremos parecernos un poco al otro y el otro siempre tiene algo que queremos. dale y dale y dale... siempre buscando la alteridad aunque sea en el rostro propio. 
Pero estas son aspiraciones de índole imaginario, así como todo imaginario sólo existe en un reflejo y es éste quien posiblemente por efectos de imitación existe. Lo imaginario solo es cuando se enfrenta a lo real o viceversa.
la ventana de enfrente y su fondo vacío se llena con los recovecos que están a mis espaldas, veo mi entorno en el reflejo. imagino.