En dos segundos un paso
Tiempo en que veo la rapidez que me rodea.
Subo a un camión, bajo hacia el metro. Lenta,
Sosegada, respiro el aire putrefacto de una soledad rancia
De muchos
Protegida bajo estos muros de piel lloro
Sin lograr suavizar el gris yeso que me cubre el rostro
Lloro también bajo el sol astilla de una ciudad inmensa,
Y camino sus calles,
y mido sus tiempos,
y veo sus humos concretos
En los que diario busco el alma blanda que rompa la estatua.
martes
jueves
sábado
Breves
-En toda sonrisa
Hay un dejo de muerte.
Ruidosas.
Burlas de vida.
Insignia de haber entendido
El chiste
Que dios contó en un principio.
_________________________________________
Literatura infantil
(Reminiscencia)
Salen ya los monstruos,
Los demonios y el espanto
Que sin cesar danzan
Hasta que la noche escampa.
Literatura infantil que no se cuenta
Hay un dejo de muerte.
Ruidosas.
Burlas de vida.
Insignia de haber entendido
El chiste
Que dios contó en un principio.
_________________________________________
Literatura infantil
(Reminiscencia)
Salen ya los monstruos,
Los demonios y el espanto
Que sin cesar danzan
Hasta que la noche escampa.
Literatura infantil que no se cuenta
Imagen
Llego del trabajo a casa
Y me recibe el encerrado aroma
De trastos sucios, café viejo y cigarros.
Está mi madre sentada en el comedor
La miro: aguardo a su queja.
El gato salta;
Al verlo sé que nada está perdido.
Y me recibe el encerrado aroma
De trastos sucios, café viejo y cigarros.
Está mi madre sentada en el comedor
La miro: aguardo a su queja.
El gato salta;
Al verlo sé que nada está perdido.
martes
lunes
Para contar a los turistas
Cuando llegaron las mujeres, pobres;
fueron las primeras en altos pedestales
empotradas.
Nadie meditó sobre la nausea
o calculó el vértigo, la altura.
Paralizadas
dejan que el mareo blanquezca.
Impermeable la piel pétrea,
perenne expresión impuesta.
Ingenuos
las miramos desde abajo,
posamos sonrientes a su lado.
fueron las primeras en altos pedestales
empotradas.
Nadie meditó sobre la nausea
o calculó el vértigo, la altura.
Paralizadas
dejan que el mareo blanquezca.
Impermeable la piel pétrea,
perenne expresión impuesta.
Ingenuos
las miramos desde abajo,
posamos sonrientes a su lado.
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