domingo

prrrr


uno puede quedarse todo un domingo sentado en un sillón, sin decir nada, y contemplar como el día disminuye ante la noche y dejar que el gis mental fluya y se borre. esperar a que las imágenes se aclaren, adquieran la nitidez natural de la memoria.
uno puede permanecer callado por mucho mucho tiempo por la simple sensación de no tener nada que decir. no tener nada que decir es tener mucho que pensar, mucho que escribir. callar es una postura; uno puede arremeter con palabras a cada segundo. uno puede puede puede. el poder nos acomete por la inercia que nos impone el mundo, el constante ir hacia algun lado y poder hacer. ¿ hacer qué? uno puede con el quehacer, claro está, pero también puede no hacer y quedarse sentado en un sillón todo el día contemplando en silencio. el nohacer es lo que naturalmente hacemos, postura para la que fuimos  certeramente creados.
los gatos saltan, yo no hago. es domingo y ejercemos nuestra sencilla naturaleza. si es cierto el cliché, y sencillez es belleza,  un domingo puede ser perfecto.
uno puede hacer y salir a la lucha todos los días, esperando no hacer, esperando que un milagro te detenga. ante la aparente imposibilidad de recobrar la postura, uno puede jugar guerras, dimes y diretes, serpientes y escaleras. uno puede ser el héroe en cada acto. ¿quién chingados quiere un héroe? nos forjamos a lo herórico de los pequeños actos por miedo a frenar el mundo. idiota la idea idiota.