miércoles

De un funeral a una marcha

There are two tables: one is for planning plans, the other for implementing plans.
The couch, on the other hand, is comfortable. (twitt de @alanspage)

Es cierto, la marcha fue inmediatista, mecha-corta, un tanto ardorosa; es cierto, golpeo a un sector clase mediero con un limitado poder de divulgación y /o promulgación. A la cabeza, un poco a güevo por el revuelo mediático diría yo, “Sicilia” y su, también cierta, lamentable pérdida y encabronamiento. Sin embargo, ese grito corto, repito, corto, del miércoles a las cinco de la tarde no es irrelevante y mucho menos incongruente.
Dos hechos importantes son que, por lo menos, gran parte de los habitantes del d.f. y la mexicana en general, no votó por calderón; la segunda es que calderón, su militarismo desbordado y su pesada derecha, sí están expandiendo oleadas de violencia y terror en toda la república, y exacerbando la impunidad y el crimen que ha venido dándose en el norte (ese lugar remoto de que nos hablan como si fuera Groenlandia). No entiendo, no me hace normal y no me pienso acostumbrar a que un mocoso de 16 años duranguense me diga que en su pueblo hay toque de queda a partir de las 7pm, o que en Reynosa la gente hable de balaceras y muertos por balas perdidas con una soltura de “conversación de cola de banco”.
En mi país y digo mío, porque no sé el de ustedes, somos expertos en opinar, muy autocríticos: analistas, intelectuales, académicos debaten, escriben, salen en la televisión, escriben columnas, etc.; todos ellos denunciando y recalcando la injusticia y desigualdad en que “cómodamente” vivimos porque “como México no hay dos”, y no está mal, simplemente no funciona, no ha funcionado. Nos sucede que una vez que algo marca un punto de coyuntura, éste no pasa de la verborrea de los lunes en Primer Plano. Ya lo sabemos, esto está mal y fuera de control y proporción. La realidad es que en este país no se puede denunciar y esperar que la justicia sea justa y se ejerza; no se puede ser cualquier ciudadano-votante y que tu voto y voz cuente y se haga valer; no se puede ir por la buena sin que el mismo sistema trate de joderte (y si vas por la mala, depende con quien te juntes). También, hemos dejado y fomentado esta sumisión ante los cotos de poder, y nuestros elegidos para gobernar siempre terminan siendo lo peor que nos pudo haber pasado. No hemos elegido bien, no hemos reclamado bien y no hemos fomentado ningún cambio sustancial y mucho menos drástico, puro indignado pusilánime, en eso nos hemos convertido.
Fui a la marcha y fue lamentable, porque ni pa marchar servimos, y eso que la forma más fácil o la menos esforzada de exigir o denunciar lo que sea. 1) Se colocó a Sicilia como el todo cuando sólo es la punta del iceberg, una víctima más que por fortuna levantó una ola, 2) en general, creo que se usó a Sicilia tanto para ir como para no ir; muchos ni siquiera piensan que se trata de un asunto de emergencia nacional  y que independientemente de quién convoque a una marcha, el fin es lo que verdaderamente importa 3) precisamente el inmediatismo y mecha-corta se entendió mal, lo que convirtió a una marcha que se esperaba incluyente y transversal, en una marcha de una clasemedia intelectual, herida.
Esperaba que fueran muchos, muchos, esperaba que el principio fuera superior a la muerte del hijo de Sicilia y que se demostrara un verdadero reclamo a la política y gobierno calderonista en general, y que fuera de tal magnitud que no le quedará más que renunciar. La tirada no era vengar la muerte de nadie, la tirada es que calderón no debe ni sabe gobernar, la tirada es que el ejército debe retirarse, y eso, creo,  lo queremos y lo necesitamos todos.
Marchar es útil, ha funcionado cuando se hace de una forma contundente y convencida. Marchar, en un país donde ya no hay cabida para lo que se escribe, para lo que se dice, para lo que se hace; en un país donde todo se ha convertido en membrana permeable para la politización, la corruptela y la impunidad, es lo único que queda, que nos queda (ojo esto va más allá de asociar un movimiento a una sola persona ). Cuando digo todos, me refiero a las clases sociales que tanto protegemos y diferenciamos, esperaba que se expusiera un sano sentido de alarma y que la postura fuera que los militares regresaran a los cuarteles, que calderón se comprometiera a dar cuenta de todos los crímenes, no solo el de Sicilia.
Si la sociedad, me refiero a altos, medios y bajos, no es capaz de pronunciarse ante eso que la lastima, si no es capaz de exigir a los gobernantes que elige que hagan bien su trabajo, si no es capaz de ocuparse, ya no de las futuras generaciones, sino del presente, de una manera tajante, puntual y asertiva, nunca, nunca vamos a tener un buen gobierno (sea del partido que sea) y nunca seremos una sociedad sana, ya no digamos justa.