jueves

Manifiesto

De por qué nunca seré la madre de tus hijos y mucho menos su madrastra
 
Siempre que escuche un comentario-reclamo familiar o pseudoamistoso sobre el por qué no le hago a la madre, les contestaré lo siguiente: Imagina a tu hijo, no como un bebé, sino como un hombre/mujer de treinta años, con freud, elecciones, crisis y desempleos encima. ¿Ya? Bien, ahora imagínatelo así y sonriendo.