lunes

La verdad es un método, el lenguaje es un problema

 Para contar, hablar o verdaderamente decir algo, pareciera que uno debe estar en un estado de verdadero desapego a sus palabras y pensamiento. dejad que salgan y hagan su trabajo. siendo entonces, desde esta esquina, una verdadera locutora, una comunicadora que por desprenderse de si misma, de sus emociones y demonios suelta la rienda. hablar, con toda frialdad (como diría mi abuelo) se vuelve un acto casi zen, se  entierran los pulsos de la sangre. sin miramiento al objeto o al objetivo, porque eso no me corresponde; el objetivo, el otro. ¿qué hacer con el otro? ciorán no escribía para el otro y hablaba de si mismo sin él mismo: dejad que la verdad sea tuya; tu verdad te dará la razón.
 Pero este no es el caso pues se trata de un simple desahogo y de esos no puedo desprenderme. todo esto es porque no escribo pero pienso en mi biografía, mi récord pues. ni siquiera sé si deba escribirla, ni siquiera me importa si te importa. bueno, sí me importa y no. pero en este momento es muy difícil porque me duele la médula.Me recuerda a la vez que toque el fondo y me vi asfixiada dentro de mi propio cuerpo. Se que se puede tomar a burla todo esto. Lo que ustedes no saben es que rara vez me burlo, cuando sonrío ante un "lo que sea" ajeno no es porque me burle o me cause gracia, sino porque me acuerdo. mi memoria me traiciona y me acuerdo de lo vivido (y es que, aunque corta, la vida me a desvivido mucho, es decir, lo idiota se me quitó hace mucho, no lo intenten), es una risa triste porque ya casi no me sorprendo.
ando cuidando que los lagrimales no me traicionen y pareciera que se ha anegado la tristeza, necesitamos drenar para expiarnos. (¿ves? ahora hablo en tercera persona, vaya).
pero es que si contamos lo que sabemos y lo que vivimos y lo que vimos no nos van a creer: mi infancia no fue normal, ni sana (me refiero a una salud de la mierda), fui adulta desde el principio. mis hermanos mayores me llevan diez u once años, los menores me ven como su madre, todos me ven como una madre. putamadre que no! no puedo con lo de madre.
si les cuento que no somos ni tan rudos, ni tan fuertes, ni tan débiles, ni tan idiotas... si supieran que no soporto la estridencia y que detesto a los impresionables, si supieran que no soy alcohólica porque no conozco a un juez que se atreva a declararlo, pero sólo pensar en un vaso helado cargado de ginebra me mata, me llama todos los días, me quita el sueño.
solo he tenido tres novios y como 5 amantes. pensándolo muy bien, tener amantes me parece algo mucho más honesto porque sucede de la sangre no de la palabra, no del plan ni de las citas ni de la convivencia, de la mismita sangre. ser amante y tener amantes pinta todo de rojo y todo fluye como río precipitado al mismito abismo. “let’s just be lovers”: por eso dice mi madre que siempre que voy hacia los abismos, hacia la puerta torcida como zurda, dice que me auto saboteo. pero es que ella no entiende esto que les cuento de la sangre, el llamado de la sangre jajaja: que no viene de ningún principio de progenie; viene del pulso, del vientre y de temblores. por eso no soy madre, putamadre, soy purasangre y si el dulce es imposible o doloroso o complicado o 15 años mayor, o punto de primo político mejor. 
ando fumando promedio una cajetilla y media diaria, dos a tres litros de café -como dice bonafont-. bajé de peso por nervios,  tres kilos, y cada vez mi decrepitud, dicen, me hace más sexy, jaj eso si me da risa; ¿cómo pueden llamar a alguien, que a leguas se desmorona, sexy, qué hay de sexy en la decadencia? me deberían llamar polvorón, polvo o piedra caliza.
si escribo es porque hablarlo me resulta tan cansado como tomar sopa a cucharadas. flojera cucharear el agua, mejor dejar que pase por las manos y se resbale por los dedos y dé masaje a los tendones y sientas que a pesar de la resistencia puedes ser libre, a pesar de la resistencia puedes ser libre y después echarte de clavado al tazón porque tus manos ya son fuertes y tus brazos aguantan contracorrientes y nadas  y pasas y sigues nadando.
la neta a veces quisiera caer en la tentación de la vanidad y alaciarme el pelo y ponerme chichis y salir a la calle parando el culito no más para ver que se siente eso de que todos te miren por buenota y mamona. pero luego luego me doy cuenta de que me es imposible porque mi intolerancia a esos gestos vanidosos me supera, y los polvorones son suaves y ligeros por más duros que parezcan.
pero como las cosas y las modas, los polvorones pierden también el sentido. lo que tampoco saben es que yo nunca he abandonado a nadie, I never let down. afortunadamente no mido mi orgullo (como muchos) conforme a mi capacidad de demostrar superioridad o voluntariedad alguna, sino por mi capacidad de amainarlo y controlarlo. claro está que los amaino y controlo a voluntad;  hay quien merece lo que yo llamo "el rigor de la lámina", quien no merece  un ápice de mi voluntad. de hecho sólo puedo ceder si amo más de lo suficiente: porque el amor nunca es suficiente y ceder es más que suficiente. (si amo cedo, si cedo amo. no amo, cedo: prefiero ese vocablo.)
ahora, no se confunda ceder con sacrificar.  en el sacrificio no hay cabida a la negociación, los sacrificios no se hablan, se hacen y ya. de pechiiiiito.  yo, ¿yo qué he sacrificado y por quién?, uta es difícil hablar de eso; siempre que se me ha presentado la opción de sacrificar también se presenta la opción de abandonar mi libertad. nunca sacrificaré mi libertad. en todo caso he sacrificado deseos, eso sí, y no me preocupa porque los deseos van cambiando.
ayer de veras me clavé con la foto de la Woolf. me vi reflejada en su rostro, pensé que si alguien me hubiese visto diría que estaba tan triste y apacible como ella. escribí algo que tiende a poema. y luego llegaron las terribles dudas:¿surge la poesía como un intento de evasión, de negación de la realidad? ¿por qué insistimos en darle belleza a lo terrible, a lo sucio? ¿por qué no solo dedicarse a observar lo que es ya en sí mismo bello? ¿por qué la necesidad de buscarle una existencia estéticamente aceptable a eso que nos perturba, nos abruma, nos emociona?: no todo lo que nos gusta o nos emociona es necesariamente bello, o qué ¿lo que es bello es bello porque yo lo digo?....hmmmm (¿por qué no? cabe mencionar). si todo lo que nos gusta fuera perfecta y universalmente bello nosotros seríamos bellamente perfectos... se que varios van a brincarme a las espaldas por esto. no me importa porque esto lo escribo yo. si por esto soy idiota, pues soy, y ya. nadie más saldrá herido.



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